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Juan Antonio Pedreño, presidente de SEE y CEPES: “Somos un Socio clave de la Comisión Europea, del conjunto de las Administraciones y Gobiernos para alcanzar Objetivos Estratégicos de Europa”
30 03 2021
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En el día de ayer se celebró en Sintra, Portugal la Conferencia Europea ‘El papel de la Economía Social en la creación de empleo y la implementación del Pilar Europeo de Derechos Sociales’ coincidiendo con la capitalidad europea de la Economía Social 2021 en Portugal. En ella se dieron cita Autoridades de diferentes países Europeos, representantes de la Economía Social Europea y de las Instituciones Comunitarias. La resiliencia y la rápida capacidad de recuperación del modelo de empresas de Economía Social en los momentos más duros de la pandemia fue uno de los ejes centrales de la jornada.

•   La Conferencia Europea se celebró este lunes en la ciudad lusa de Sintra, coincidiendo con la capitalidad europea de la Economía Social 2021 en Portugal.

•   La resiliencia y la rápida capacidad de recuperación del modelo de empresas de Economía Social en los momentos más duros de la pandemia fue uno de los ejes centrales de la jornada.

•   Distintos países europeos ofrecieron sus experiencias en torno a la implementación de políticas de refuerzo de este modelo empresarial y subrayaron la importancia del Plan de Acción Europeo de la Economía Social, el cual se aprobará en el último trimestre de 2021.

•   Juan Antonio Pedreño subrayó que las empresas de Economía Social son “agentes clave para movilizar nuestro ingenio y nuestra capacidad emprendedora y creativa, para una recuperación justa y sostenible, en la que nadie se quede atrás”.

•   La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, señaló que desde el Ejecutivo se está trabajando en una nueva generación de políticas activas de empleo “más cercana y efectiva, en la que hemos querido que la Economía Social tuviera un tratamiento prioritario por su relevancia para generar empleo de calidad”.

 

Madrid, 30 de marzo de 2021.- El papel de la Economía Social en la mitigación del impacto de la pandemia, tanto en la economía como en la sociedad, ha sido uno de los ejes en torno a los que ha girado la Conferencia Europea ‘El papel de la Economía Social en la creación de empleos y la implementación del Pilar Europeo de Derechos Sociales’, celebrada este lunes en la ciudad de Sintra, coincidiendo con la capitalidad europea de la Economía Social 2021 en Portugal.

Durante la misma, se ha puesto de manifiesto, a través de distintos testimonios de diferentes países, la resiliencia y rápida capacidad de recuperación de este modelo empresarial en los momentos más duros de la pandemia, así como su papel clave en el relanzamiento de las economías y en la materialización de nuevas formas de economía a largo plazo, al promover modelos inclusivos y sostenibles.

Asimismo, la aprobación del Plan de Acción Europeo de la Economía Social, prevista para el último trimestre de 2021, ha sido otro de los temas tratados durante la jornada, el cual impulsará la creación de empleos que den respuesta a los principales retos de la sociedad, tales como el reto demográfico, la economía de los cuidados, la educación, la digitalización del sector agroalimentario o la dificultad de acceso de los jóvenes al mercado laboral. 

Durante su intervención en la conferencia, el presidente de Social Economy Europe y de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social, Juan Antonio Pedreño, destacó las cifras de este modelo empresarial en la Unión Europa, con 2,8 millones de empresas y casi 14 millones de personas empleadas, las cuales “aspiramos a que se reconozca y se potencie lo que ya hacemos: crear sociedades más sólidas y más resilientes”.

Asimismo, destacó el papel de la Economía Social como “socio clave de la Comisión Europea del conjunto de las administraciones y gobiernos para alcanzar objetivos estratégicos de Europa, tanto a nivel macro como a nivel micro, porque somos empresas arraigas al territorio, con profundas raíces económicas, sociales y culturales en todos los territorios donde están implantadas”.

Pedreño subrayó que las empresas de Economías Social son “agentes clave para movilizar nuestro ingenio y nuestra capacidad emprendedora y creativa, para una recuperación justa y sostenible, en la que nadie se quede atrás” y señaló la apuesta de este modelo empresarial por el talento de las personas: “Estamos reindustrializando nuestros territorios, capitalizando un recurso clave: el talento. Acompañamos a las personas, que siempre están en el centro de la Economía Social, como los jóvenes, pero también los que no son tan jóvenes, con proyectos de emprendimiento colectivo, que son pura resiliencia”.

El presidente de SEE y CEPES también hizo hincapié en el papel de este modelo empresarial como “motor de una transición verde, liderada por y para los ciudadanos” y destacó el potencial de las cooperativas de producción de energías renovables y de las empresas de Economía Social en la economía circular, en la agricultura sostenible, en la vivienda decente y asequible y en las finanzas éticas”. “La Economía Social es la revolución de los ciudadanos que quieren una vivienda asequible, de los que quieren una economía verde y de las finanzas éticas¨.

 

EL EJEMPLO ESPAÑOL

Asimismo, Pedreño apuntó que solo las empresas de Economía Social pueden impulsar un cambio estructural sistémico y de impacto, para lo cual desde CEPES se ha trabajado junto al Gobierno de España en un Plan conjunto de participación de la Economía Social española en los Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobados por Bruselas, el cual contempla presentarán próximamente. “La Economía Social es un empleador de primer orden y debemos tener voz y voto en el diálogo social intersectorial de la Unión Europea”, concluyó.

La representatividad de España en la Conferencia Europea de Economía Social no solo vino de la mano del presidente de Social Economy Europe y de CEPES, Juan Antonio Pedreño, sino que, además, la jornada contó con la intervención de la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, quien destacó que la “Economía Social en España goza de muy buena salud, representando aproximadamente un 10% del PIB y un 12,5% del empleo, generando más de 2.200.000 empleos directos e indirectos en todos los sectores económicos, con más de 43.000 empresas”.

La ministra apuntó al gran esfuerzo legislativo realizado como una de las claves para el reforzamiento de la Economía Social en España y recordó que la Ley de Economía Social, de 2011, fue la primera ley reguladora del sector en Europa, seguida después por la Estrategia de Economía Social.

Además, insistió en la importancia de contar con el “apoyo institucional y económico dispensado desde los poderes públicos” y subrayó que desde el Ejecutivo se está trabajando en una nueva generación de políticas activas de empleo “más cercana y efectiva, en la que hemos querido que la Economía Social tuviera un tratamiento prioritario por su relevancia para generar empleo de calidad”.  Díaz añadió que, para ello, España cuenta con los fondos europeos, así como los provenientes del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social (POISES) del Fondo Social Europeo.

Por otro lado, la ministra destacó que gran parte del éxito de la consolidación de las empresas de Economía Social en España viene derivado de la fuerte cohesión de las organizaciones representativas del sector y además refirió a al reconocimiento institucional de este modelo empresarial en España a través de la creación en 2020 del Ministerio de Trabajo y Economía Social.

Por último, Díaz señaló la importante labor de las empresas de Economía Social durante la pandemia, que “han mostrado sus mejores virtudes en situaciones de crisis como esta, desempeñando una labor sobresaliente, realizando prestaciones de bienes y servicios de primera necesidad, como alimentos o relacionados con la salud, y cuidando de las personas más vulnerables, como los mayores o las personas con discapacidad”.

Asimismo, recordó su “enorme capacidad para luchar contra el trabajo precario y promover el trabajo de calidad”. Y es que, tal y como señaló, el 80% de los contratos celebrados por las empresas del sector tienen carácter indefinido; el 47% de los empleos pertenece a personas menores de 40 años; son empresas con mayor presencia femenina, en particular en puestos de dirección; da trabajo a 128.000 personas con discapacidad o en riesgo de exclusión; y son empresas especialmente resilientes, con un 6,5% de menor destrucción de empleo que el resto de empresas, “porque la aplicación del principio de la primacía de las personas y del fin social sobre el capital les permite desarrollar medidas de auto ajuste que son muy efectivas”.

 

EXPERIENCIAS EUROPEAS Y PLAN DE ACCIÓN EUROPEO DE LA ECONOMÍA SOCIAL

A lo largo de la jornada intervinieron representantes del sector y de las instituciones públicas de diferentes países, que pudieron compartir sus impresiones en torno a la evolución de la Economía Social en los últimos años y al impulso que debe tomar en los próximos.

 

La ministra de Trabajo, Solidaridad y Seguridad Social de Portugal, Ana Mendes, destacó la capacidad de articulación en red de la Economía Social y se refirió a este modelo empresarial como “elemento clave para la aplicación del Pilar Europeo de los Derechos Sociales”.

Mendes subrayó la rápida respuesta del sector de la Economía Social durante la pandemia del coronavirus, y señaló que “es el sector que dio respuestas concretas a las necesidades de las personas, a quien más lo necesitaba, cuando y donde lo necesitaba”. Además, la ministra lusa aprovechó para anunciar que desde el gobierno de Portugal se va a lanzar una red de espacios de innovación social y co-working utilizando la red de espacios que tiene distribuidos por todo el país, con una partida inicial de 110 millones de euros y una previsión total de 1.000 millones de euros.

Por su parte, el comisario de Empleo y Derechos Sociales de la Unión Europea, Nicolas Schmit, habló de la Economía Social como factor clave para ofrecer a los ciudadanos la capacidad de tener acceso a los servicios sociales, especialmente importantes con las desigualdades que se están viendo, más aún tras la pandemia.

“Cuando la cohesión social se debilita, no podemos dejar a nadie atrás, no podemos dejar a ninguna ciudad ni ningún territorio en este momento”, señaló Schmit, y apuntó al importante papel que juegan las empresas de Economía Social no solo como respuesta a situaciones de emergencia, sino en la construcción de una nueva Economía Social, la que se va a construir con el nuevo Plan de Acción Europeo de Economía Social.

Asimismo, recordó que las empresas de la Economía Social también se han visto afectadas con la crisis del coronavirus, debido a la falta de fondos y la caída de empleos, “pese a ser uno de los sectores que ha demostrado mayor resiliencia”.

El comisario subrayó que “la UE va a hacer un esfuerzo muy importante para que las políticas y la legislación sean más coherentes y que se adapten a los requerimientos de la Economía Social, porque es clave para conseguir un nuevo modelo de crecimiento, un modelo flexible” y destacó la importancia de fomentar las empresas de Economía Social no solo en la UE, sino en todos los países, “como motor de generación de empleo, especialmente para los jóvenes, a través de planes de empleo”.

También participaron otras Autoridades, como el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, quien apuntó que la Economía Social tiene una influencia positiva en las relaciones laborales, además de que genera empleo en colectivos vulnerables y fomenta un Diálogo Social constructivo ante los Interlocutores Sociales. “La Economía Social tiene un gran potencial para contribuir a un crecimiento inclusivo”, señaló.