Experiencias de Economía Social en tiempos de crisis
Las cooperativas cobran fuerza como una opción para cubrir las necesidades derivadas del adelgazamiento del Estado de bienestar
Negocios orientados al consumo, al trabajo y a los servicios ofrecen soluciones alternativas y participativas
El artículo relata la experiencia de ejemplos concretos como el del complejo deportivo municipal Manuel Santos García, en la localidad sevillana de Gerena que gracias a cuatro vecinos empeñados en dar la máxima utilidad a un recinto construido con fondos del Plan e infrautilizado por falta de presupuesto, lograron sacar a delante el proyecto en forma de cooperativa; o el complejo Servimayor, en Losar de la Vera (Cáceres), donde dos vecinos que querían tener una residencia de mayores tuvieron la idea de juntarse en una cooperativa para construir el centro
Según el artículo, estos ejemplos ilustran cómo el cooperativismo está cubriendo algunas de las funciones sociales que el Estado de bienestar está dejando de asumir por la crisis.
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Trabajadores de empresas en quiebra, optan por asociarse para poder mantener sus puestos de trabajo
La dura situación de crisis económica, política y social y en algunos casos la mala gestión empresarial han llevado a muchas empresas al cierre. Desde finales de 2007, según datos registrados en el INE, Navarra cuenta con 2.542 empresas menos. Como respuesta, algunos trabajadores han decidido coger las riendas de su futuro y reconvertir las empresas en quiebra, concursadas o abandonadas por sus dueños, en cooperativas para poder mantener sus puestos de trabajo y seguir con la actividad productiva.
No es un fenómeno nuevo pero en este escenario tan complejo de crisis, las cooperativas se han consolidado como una de las fórmulas preferentes, ya que crean y mantienen más empleo que el resto de empresas. Así lo demuestran las cifras. En 2011 en las empresas de Economía Social el empleo se redujo en un 1,3% frente al 4,1% del sector a nivel nacional y durante ese mismo año en la Comunidad Foral se crearon 37 nuevas empresas: 11 cooperativas de trabajo asociado y 26 sociedades laborales.
La capacidad de las cooperativas para resistir en momentos dificultosos se debe a las medidas de flexibilidad que se toman, que priorizan mantener el puesto de trabajo antes que destruirlo.
"En épocas malas se pueden buscar sistemas de bolsas de horas, hacer incluso ajustes salariales temporales, pero el despido es lo último a lo que se recurre", apunta Javier Morentin, técnico de Anel.
En Navarra existen varias empresas que han optado por la reconversión como medio de subsistencia. En Alsasua la antigua Isphording resurgió bajo el nombre de Altsasuko; en Viana, Muebles Salcedo lo hizo como Muebles de Viana y en Espinal, la plantilla de Oihana se opuso al traslado a Zaragoza y fundó Health Care Oihana.
En Aoiz la empresa Cotalsa también está estudiando la posibilidad de constituirse en cooperativa. En los últimos cuatro años los trabajadores vieron cómo la mala gestión de su gerente les conducía a un cierre "ajeno a su voluntad". Pasaron por ERE, por la huelga, el cese de la actividad productiva e incluso el abandono del empresario, quien dejó de acudir a la fábrica, pero nada de ello les hizo abandonar y los 25 trabajadores que quedaron se pusieron en contacto con Anel para intentar hacer efectivo el proyecto.
Fuente: Noticias de Navarra
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